jueves, 23 de abril de 2009

filosofía de KANT

METAFÍSICA DE KANT

Influencias tempranas: 

Leibnitz, Wolf. Después, Newton, la ética de Rousseau y el empirismo inglés.

Kant argumenta que tanto el método como el contenido de las ideas Empiristas tienen serias fallas. Pensaba que la distinción entre el método empirista del razonamiento a posteriori de la experiencia y el del método racionalista del razonamiento a base de conceptos a priori era inadecuada para la comprensión de la metafísica.

 

Tres conceptos clave

En su Disertación Inaugural Kant introduce tres nuevos conceptos clave:

1-   Las representaciones sensibles y conceptuales del mundo (p.ej. ver tres caballos y mi concepto del número 3) se deben entender como dos fuentes muy distintas de conocimiento.

2-   Se sigue que el conocimiento de la realidad sensible sólo es posible si los conceptos necesarios (como p.ej. sustancia) ya están disponibles para el intelecto. Este hecho, argumentaba, limita también el rango de la aplicación legítima de dichos conceptos.

3-   FENÓMENO Y NOÚMENO. Finalmente, Kant sostuvo que las representaciones sensibles son sólo de ‘apariencias’ (fenómenos) y no de las cosas como son en sí mismas (noúmeno). Esto se debe a que espacio y tiempo, que describen la estructura básica de toda apariencia sensible, no existen en las cosas en sí, sino que son producto de nuestros órganos sensoriales.

Las implicaciones son vastas: las herramientas de que disponemos, nuestros sentidos y nuestra razón, son insuficientes para conocer las cosas en sí mismas –la realidad, lo nouménico- y estamos limitados al mundo de los fenómenos, que son representaciones mentales, incompletas. Pero si lo nouménico es incognoscible, estaríamos frente a una total subjetividad de la experiencia. Kant supera esta dificultad diciendo que la experiencia fenoménica es comunicable: intersubjetividad.

 

Facultades humanas

Entendimiento (conceptos), Intuición (sensibilidad, imaginación), Juicio.

 

Estructura sistemática de las representaciones mentales.

La hipótesis de que tanto los conceptos básicos de espacio y tiempo como su estructura están a priori en la mente es el tema básico del idealismo de Kant: percibir las cosas en términos de tiempo y espacio es una función de la mente de quien percibe.

De acuerdo con las tradiciones Racionalistas y Empiristas, la mente es pasiva, ya sea porque se descubre poseedora de ideas innatas ya formadas y listas para el análisis o porque recibe las ideas de los objetos externos como su fuera un teatro vacío, la tabula rasa de Locke. La genial intuición de Kant fue argumentar que la experiencia que tenemos del mundo es posible solamente si la mente proporciona una estructura sistemática de sus representaciones. Esta estructuración está debajo del nivel, o es lógicamente anterior a, las representaciones mentales que tanto Racionalistas como Empiristas intentaban analizar. Sus teorías epistemológicas y metafísicas no podían explicar adecuadamente el tipo de juicios o experiencias que tenemos porque sólo consideraban los resultados de la interacción de la mente con el mundo, no la naturaleza de la contribución de la mente a esta interacción.

 

La contribución de la mente

Kant argumenta que la estructura de la mente es lo que hace posible la experiencia. Si hay características de la experiencia que la mente pone en los objetos en vez de que sean los objetos los que las ponen en la mente, eso explicaría porqué esas características son indispensables para la experiencia pero no son su esencia. Así, Kant propone que la investigación filosófica de la naturaleza del mundo externo debe ser también una exploración de las características y actividad de la mente que conoce. La idea de que la mente juega un papel activo en estructurar la realidad nos es tan familiar hoy que a veces se nos dificulta ver la importancia pivotal que este concepto tuvo para Kant.

Kant dice: “Hasta ahora se ha asumido que toda nuestra cognición debe conformarse a los objetos”. Pero ese enfoque no puede explicar por qué algunas afirmaciones como “todo evento debe tener una causa” son ciertos a priori (la ciencia actual se ha encargado de denunciar la falsedad de esta aseveración…). De la misma forma, Copérnico reconoció que el movimiento de los astros no se podía explicar haciéndolos girar alrededor del observador; es el observador el que debe trasladarse. Análogamente, Kant argumentó que debemos reformular el modo en que pensamos nuestra relación con los objetos. Es la propia mente la que les da a los objetos al menos algunas de sus características porque estos deben adecuarse a su estructura y capacidades conceptuales.

 

Argumento trascendental

La innovación metodológica de Kant fue emplear lo que llamó el argumento trascendental para probar afirmaciones sintéticas a priori. Típicamente, el argumento trascendental intenta probar una conclusión sobre la necesaria estructura del conocimiento en base a un acto mental incontrovertible. Por ejemplo, Kant argumenta en la Refutación del Idealismo Materialista que el hecho de que “Hay objetos que existen en el espacio y el tiempo fuera de mí” que no pueden probarse por los métodos a priori o a posteriori es una condición necesaria para la posibilidad de ser consciente la propia existencia. No me sería posible darme cuenta de mi existencia, dice, sin presuponer la existencia de algo permanente fuera de mí de lo cual distinguirme. Estoy consciente de mi existencia, por lo tanto, hay algo permanente fuera de mí.


Fuentes

McCormick, Matt. Immanuel Kant. Metaphisics. Artículo de The Internet Encyclopedia of Philosophy. [En línea] Disponible en: http://www.iep.utm.edu/k/kantmeta.htm Internet; accesado 14.2.2007

 

Burnham, Douglas. Immanuel Kant. Aesthetics. Artículo de The Internet Encyclopedia of Philosophy. [En línea] Disponible en: http://www.iep.utm.edu/k/kantaest.htm#top Internet; accesado 21.2.2007

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