viernes, 24 de abril de 2009

estética KANT

ESTÉTICA KANTIANA

El objetivo que se propuso Kant en su Crítica del Juicio era encontrar la relación entre las dos ramas de la búsqueda filosófica, la teorética -que exploró en su Crítica de la Razón Pura y que estudia el conocimiento de la naturaleza sensible (leyes naturales)- y la práctica –tratada en su Crítica de la Razón Práctica, que estudia la posibilidad de acción moral dentro y sobre la naturaleza sensible (libertad). El juicio en general –y el juicio estético como su paradigma- es, según Kant, el puente que salva el abismo entre el ‘ser’ y ‘deber ser’ (ya señalado por Hume). Kant redondea así, mediante la investigación estética, un Sistema coherente de pensamiento en el que se engloban todas las facultades humanas que nos permiten enfrentar la realidad.

 

¿Qué es el juicio?

En la Crítica del Juicio, Kant define el juicio como la asunción de un particular dentro de un universal. Si, en general, la facultad del entendimiento es la que provee de conceptos (universales), y la razón es la que de ellos construye inferencias (silogismos, por ejemplo), entonces el juicio es el ‘mediador’ entre el entendimiento y la razón permitiendo que ocurran actos individuales de asunción. Esto explica por qué un libro sobre el juicio tiene tanto que decir sobre estética: Kant piensa que el juicio estético es una forma particularmente interesante de juicio reflexivo.

La Crítica del Juicio comienza con un recuento sobre la belleza. La pregunta inicial es: ¿qué tipo de juicio es el que nos lleva a decir, por ejemplo, ‘ese es un hermoso atardecer’?

 

Los cuatro ‘momentos’ del juicio estético

Kant argumenta que los juicios estéticos (o ‘juicios del gusto’) deben tener cuatro características distintivas:

Primero, deben ser desinteresados, esto es, que algo nos da placer porque lo juzgamos bello, no que lo juzguemos bello porque es placentero. El segundo caso, en vez de juicio estético es más bien un juicio de lo ‘agradable’, como cuando decimos ‘me gusta el chocolate’.

Segundo y tercero, esos juicios deben ser tanto universales como necesarios. Esto significa a grandes rasgos que una parte intrínseca de la actividad de este juicio es esperar que los otros estén de acuerdo con nosotros. Aunque decimos que ‘la belleza está en los ojos del que mira’, no es así como actuamos. Sin duda, para muchos propósitos, la belleza se comporta como si fuera una propiedad real del objeto, como su peso o composición química. Pero Kant insiste que la universalidad y necesidad son, de hecho, producto de la estructura de la mente humana y que no hay una propiedad objetiva de una cosa que la hace bella.

Finalmente, la cuarta característica es que, a través del juicio estético los objetos bellos parecen tener una ‘finalidad sin un fin’ o ser ‘propositivos sin propósito’. El propósito de un objeto es el concepto de acuerdo al cual fue hecho (p.ej. el concepto de una sopa de guías en la mente de la cocinera). Un objeto es propositivo si parece tener ese propósito; en otras palabras, parece haber sido hecho o diseñado. Pero es parte de nuestra experiencia de los objetos bellos, afirma Kant, el que nos afecten como si tuvieran un propósito aunque no se les encuentre ningún propósito particular. No es solamente que el propósito de lo bello resulte desconocido, sino que no puede ser conocido. Aún queda el problema de entender cómo algo puede ser propositivo sin tener un propósito definido.

 


Lo sublime

Para Kant, el otro tipo de experiencia estética es lo sublime. Este concepto nombra experiencias como tormentas violentas o enormes edificios que parecen aplastarnos. Si lo bello para Kant es forma armoniosa, ordenada, mesurable, limitada, lo sublime es informe, desmesurado, inagotable, irresistible, ilimitado. La belleza produce un efecto equilibrado en el espectador, lo encanta; lo sublime produce sobrecogimiento, conmoción.

 

Tradicionalmente, lo sublime ha sido la etiqueta para lo sobrecogedor, objetos que inspiran respeto reverencial mezclado con miedo ya sea por su enormidad en dimensión, que Kant llama “sublime matemático” (p.ej. el océano, las pirámides); en potencia, que denomina “sublime dinámico” (un terremoto, un alud); o trascendencia (la idea de Dios, de infinito). Cara a cara con lo bello, lo sublime presenta varios acertijos para Kant. Tres son importantes. Primero, mientras lo bello tiene que ver con la forma, lo sublime puede y debe ser amorfo. Segundo, que mientras lo bello indica (al menos al juicio) un fin o propósito de la naturaleza con profundas implicaciones, lo sublime parece ser contra-propositivo, violentando nuestras facultades de sensibilidad y conocimiento. Finalmente, aunque de lo anterior parecería desprenderse que la experiencia sublime sea de algún modo dolorosa, involucra placer. La pregunta es ¿cómo?

 

La solución de Kant a este último problema es que ni la tormenta ni el edificio son el verdadero objeto de lo sublime, sino ideas de la razón: las ideas de totalidad absoluta y de libertad absoluta. Por más grande que sea el edificio, sabemos que es minúsculo comparado con la totalidad absoluta; por más poderosa que sea la tormenta, no es nada comparada con la libertad absoluta. El sentimiento sublime, pues, es un tipo de ‘rápida alternancia’ entre el miedo de lo aplastante y el placer peculiar de ver lo aplastante, aplastado. Esto es, a un tiempo que nuestra intuición se detecta el terror ante el peligro de lo desmesurado e inagotable, la facultad cognitiva no se aterroriza –pues se mantiene el desinterés. El intelecto, entonces,nos proporciona un placer intelectivo al poder construir conceptos más “poderosos” que los más poderosos y sobrecogedores fenómenos.

 

 

Kant afirma que la experiencia de lo estético logra una armonía entre nuestras facultades cognitivas usuales: la intuición –que incluye la sensibilidad y la imaginación- y el entendimiento –que forma conceptos. Kant afirma que esto se debe a que, durante el juicio estético nuestras facultades cognitivas y sensibles están en “libre juego”, desinteresadas de conceptos y sin propósitos precisos. Aunado esto a la universalidad y obligartoriedad, el juicio estético es comunicable, participa de la intersubjetividad del conocimiento.

Este es el verdadero valor del arte –y de toda experiencia estética, porque el juicio estético y el juicio ético operan de manera similar, paralela, enalteciendo al ser humano.

 

 

Fuentes

McCormick, Matt. Immanuel Kant. Metaphisics. Artículo de The Internet Encyclopedia of Philosophy. [En línea] Disponible en: http://www.iep.utm.edu/k/kantmeta.htm Internet; accesado 14.2.2007

 

Burnham, Douglas. Immanuel Kant. Aesthetics. Artículo de The Internet Encyclopedia of Philosophy. [En línea] Disponible en: http://www.iep.utm.edu/k/kantaest.htm#top Internet; accesado 21.2.2007

jueves, 23 de abril de 2009

filosofía de KANT

METAFÍSICA DE KANT

Influencias tempranas: 

Leibnitz, Wolf. Después, Newton, la ética de Rousseau y el empirismo inglés.

Kant argumenta que tanto el método como el contenido de las ideas Empiristas tienen serias fallas. Pensaba que la distinción entre el método empirista del razonamiento a posteriori de la experiencia y el del método racionalista del razonamiento a base de conceptos a priori era inadecuada para la comprensión de la metafísica.

 

Tres conceptos clave

En su Disertación Inaugural Kant introduce tres nuevos conceptos clave:

1-   Las representaciones sensibles y conceptuales del mundo (p.ej. ver tres caballos y mi concepto del número 3) se deben entender como dos fuentes muy distintas de conocimiento.

2-   Se sigue que el conocimiento de la realidad sensible sólo es posible si los conceptos necesarios (como p.ej. sustancia) ya están disponibles para el intelecto. Este hecho, argumentaba, limita también el rango de la aplicación legítima de dichos conceptos.

3-   FENÓMENO Y NOÚMENO. Finalmente, Kant sostuvo que las representaciones sensibles son sólo de ‘apariencias’ (fenómenos) y no de las cosas como son en sí mismas (noúmeno). Esto se debe a que espacio y tiempo, que describen la estructura básica de toda apariencia sensible, no existen en las cosas en sí, sino que son producto de nuestros órganos sensoriales.

Las implicaciones son vastas: las herramientas de que disponemos, nuestros sentidos y nuestra razón, son insuficientes para conocer las cosas en sí mismas –la realidad, lo nouménico- y estamos limitados al mundo de los fenómenos, que son representaciones mentales, incompletas. Pero si lo nouménico es incognoscible, estaríamos frente a una total subjetividad de la experiencia. Kant supera esta dificultad diciendo que la experiencia fenoménica es comunicable: intersubjetividad.

 

Facultades humanas

Entendimiento (conceptos), Intuición (sensibilidad, imaginación), Juicio.

 

Estructura sistemática de las representaciones mentales.

La hipótesis de que tanto los conceptos básicos de espacio y tiempo como su estructura están a priori en la mente es el tema básico del idealismo de Kant: percibir las cosas en términos de tiempo y espacio es una función de la mente de quien percibe.

De acuerdo con las tradiciones Racionalistas y Empiristas, la mente es pasiva, ya sea porque se descubre poseedora de ideas innatas ya formadas y listas para el análisis o porque recibe las ideas de los objetos externos como su fuera un teatro vacío, la tabula rasa de Locke. La genial intuición de Kant fue argumentar que la experiencia que tenemos del mundo es posible solamente si la mente proporciona una estructura sistemática de sus representaciones. Esta estructuración está debajo del nivel, o es lógicamente anterior a, las representaciones mentales que tanto Racionalistas como Empiristas intentaban analizar. Sus teorías epistemológicas y metafísicas no podían explicar adecuadamente el tipo de juicios o experiencias que tenemos porque sólo consideraban los resultados de la interacción de la mente con el mundo, no la naturaleza de la contribución de la mente a esta interacción.

 

La contribución de la mente

Kant argumenta que la estructura de la mente es lo que hace posible la experiencia. Si hay características de la experiencia que la mente pone en los objetos en vez de que sean los objetos los que las ponen en la mente, eso explicaría porqué esas características son indispensables para la experiencia pero no son su esencia. Así, Kant propone que la investigación filosófica de la naturaleza del mundo externo debe ser también una exploración de las características y actividad de la mente que conoce. La idea de que la mente juega un papel activo en estructurar la realidad nos es tan familiar hoy que a veces se nos dificulta ver la importancia pivotal que este concepto tuvo para Kant.

Kant dice: “Hasta ahora se ha asumido que toda nuestra cognición debe conformarse a los objetos”. Pero ese enfoque no puede explicar por qué algunas afirmaciones como “todo evento debe tener una causa” son ciertos a priori (la ciencia actual se ha encargado de denunciar la falsedad de esta aseveración…). De la misma forma, Copérnico reconoció que el movimiento de los astros no se podía explicar haciéndolos girar alrededor del observador; es el observador el que debe trasladarse. Análogamente, Kant argumentó que debemos reformular el modo en que pensamos nuestra relación con los objetos. Es la propia mente la que les da a los objetos al menos algunas de sus características porque estos deben adecuarse a su estructura y capacidades conceptuales.

 

Argumento trascendental

La innovación metodológica de Kant fue emplear lo que llamó el argumento trascendental para probar afirmaciones sintéticas a priori. Típicamente, el argumento trascendental intenta probar una conclusión sobre la necesaria estructura del conocimiento en base a un acto mental incontrovertible. Por ejemplo, Kant argumenta en la Refutación del Idealismo Materialista que el hecho de que “Hay objetos que existen en el espacio y el tiempo fuera de mí” que no pueden probarse por los métodos a priori o a posteriori es una condición necesaria para la posibilidad de ser consciente la propia existencia. No me sería posible darme cuenta de mi existencia, dice, sin presuponer la existencia de algo permanente fuera de mí de lo cual distinguirme. Estoy consciente de mi existencia, por lo tanto, hay algo permanente fuera de mí.


Fuentes

McCormick, Matt. Immanuel Kant. Metaphisics. Artículo de The Internet Encyclopedia of Philosophy. [En línea] Disponible en: http://www.iep.utm.edu/k/kantmeta.htm Internet; accesado 14.2.2007

 

Burnham, Douglas. Immanuel Kant. Aesthetics. Artículo de The Internet Encyclopedia of Philosophy. [En línea] Disponible en: http://www.iep.utm.edu/k/kantaest.htm#top Internet; accesado 21.2.2007

estética e ilustración

ESTÉTICA E ILUSTRACIÓN. PRECURSORES DE KANT

 

·      ¿Qué pasa con el pensamiento estético desde Aristóteles hasta el s.XVIII? Principalmente está regido por la religión cristiana, Dios es la explicación de todo, es la fuente de toda virtud, por ende de lo Bello. Y el ideal clásico. SantoTomás: Ad pulchritudine tria requirintur: unitas, consonantia, claritas.

·      Ilustración: Aufklärung, Enligthment, Lumiéres. La luz de la Razón, la emancipación por el conocimiento: educación. Enciclopedia.

o      Objetivo de la Ilustración: progresar hacia ‘la felicidad perfecta del hombre’ (¿y la felicidad de la mujer?)

o      Burguesía: propiedad privada, autonomía individual. Poder económico vs. poder religioso.

o      Racionalismo (Francia) y Empirismo (Inglaterra).

o      Las artes buscan autonomía: Creación y apropiación de espacios específicos para las artes: revistas, teatro burgués, museos.

o      La Estética aparece como disciplina filosófica autónoma: teoría de la sensibilidad.

o      Utopía y sensibilidad estética: modelo para quien busca unificar armónicamente las fuerzas de su naturaleza, del instinto, con las leyes de la razón.

·      Goethe: la estética y su alianza con la utopía de la realización de lo estético y lo artístico. Aspiración de universalidad estética –lo bello, el arte, el gusto.

·      Francia: la querelle entre clacisistas (conservadores, imitación del arte antiguo, belleza absoluta, canon estético) y los modernos (progreso, belleza relacional basada en la razón y la experiencia: libertad de invención)

·      Edmund Burke y su “A Philosophical Enquiry into the Origin of our ideas of the Sublime and Beautiful.” De acuerdo con Burke, lo Sublime estaba más conectado con el dolor que con el placer puro ya que están involucrado el riesgo hacia la auto-supervivencia, como en el mar embravecido o en páramos solitarios, con los humanos diabólicos y las pasiones dramáticas que los artistas representarían (en el Romanticismo. Pero en estas circunstancias, por supuesto, es aún “horror delicioso”, como apreció Burke, ya que el espectador está aislado, gracias a lo ficticio del arte, de todo peligro real.

·      Desinterés estético

·      Baumgarten y la estética como sistema filosófico.

o      Lógica estudia la facultad superior humana: la razón.

o      Conocimiento intelectivo.

o      La Estética estudia la facultad inferior humana: la sensibilidad.

o      Conocimiento sensitivo.

o      Subordinación a la Lógica. Analogía en método y fines

o      “El fin de la estética es la perfección del conocimiento sensible en cuanto a tal: esto es, por tanto, la belleza.”

empirismo inglés

EMPIRISMO INGLÉS

Un problema epistemológico central para el empirismo (y para el Racionalismo francés también) era: ¿cómo podemos salir de los límites de nuestra propia mente y del contenido inmediatamente cognoscible de nuestros pensamientos para adquirir conocimiento del mundo exterior? Los empiristas buscaron respuesta mediante la experiencia de los sentidos y un razonamiento a posteriori. Este razonamiento depende de la información contingente proporcionada por la experiencia de los sentidos.

No puedo hacer un juicio de verdad sobre el enunciado: “El navegante Cristóbal Colón descubrió el continente americano en 1492” a partir de los conceptos de “navegante”, de “descubrimiento” o de “continente”. Por el contrario, el razonamiento a priori (usado por los Racionalistas franceses) no exige la experiencia directa: el concepto de “homicida” implica a toda persona que le haya quitado la vida a otra(s) con violencia.

 

Los Empiristas Locke, Berkeley y Hume argumentaban que el conocimiento humano se origina en nuestras sensaciones.

 

John Locke.  Su enfoque fue realista: tenía plena confianza de que los sentidos podían informarnos acerca de las propiedades que los objetos empíricos tienen en sí mismos. También propuso que la mente humana es una página en blanco o tabula rasa que se va poblando de ideas al interactuar con el mundo. La experiencia nos enseña todo, incluyendo los conceptos de relación, interacción, causalidad, etc..

 

Berkeley. El estricto fenomenalismo de Berkeley lo hizo preguntarse acerca de la naturaleza de nuestras inferencias en base a los sentidos y las conclusiones que de ellas extraemos acerca de las propiedades reales de objetos que son independientes de la mente. Berkeley argumentó que, si la mente humana está limitada a los sentidos para obtener información del mundo externo, no tiene un medio independiente para verificar que esas sensaciones realmente coincidan con los objetos en sí mismos. De hecho, Berkeley rechazó la idea de “objeto independiente de la mente” argumentando que la mente es incapaz de esa idea, es decir, el conocimiento de los objetos es ideal o inalcanzable, no es real. En nuestra experiencia sensible sólo tenemos acceso a nuestra representación del objeto, no al objeto en sí y por tanto hacemos juicios sobre esa representación.

 

David Hume. Hume lleva la línea empírica de Berkeley más allá, poniendo en tela de juicio nuestras creencias de sentido común sobre el origen y el soporte que proporcionan nuestras percepciones sensoriales. Mantuvo que no podemos justificar con razonamientos ni a priori ni a posteriori enunciados como “ los objetos y los sujetos persisten idénticos a lo largo del tiempo” o “ todo evento debe tener una causa”.

 

RACIONALISMO

 

Descartes, Leibnitz y Spinoza.

 

A diferencia de Locke, los Racionalistas argumentaron que sí hay ideas innatas en la mente humana. Su enfoque fue obtener, construyendo a partir de los conceptos innatos más simples e indudables, el conocimiento del mundo externo, el ser, el alma, la ética, Dios, la ciencia etc. para escapar de la trampa epistemológica del empirismo. Los Racionalistas mantenían que se puede obtener conocimiento supersensible (más allá de los sentidos) mediante la razón. Descartes pensaba que verdades como su famoso “cogito, ergo sum” eran invulnerables al mayor escepticismo.

 

Fuentes

McCormick, Matt. Immanuel Kant. Metaphisics. Artículo de The Internet Encyclopedia of Philosophy. [En línea] Disponible en: http://www.iep.utm.edu/k/kantmeta.htm Internet; accesado 14.2.2007

 

martes, 21 de abril de 2009

primera, y es de ETICA...

pues va lo prometido, perdón por la tardanza!!! les traduje un artículo que viene en la Internet Encyclopedia of Philosophy, ficha alfinal

espero sus comentarios

El campo de la ética, también llamada filosofía moral, implica sistematizar, defender y recomendar conceptos de comportamiento correcto o incorrecto. Actualmente, los filósofos dividen la teoría ética en tres áreas generales: metaética, ética normativa y ética aplicada.

La Metaética investiga el origen de nuestros principios éticos y su significado. ¿Son meras invenciones sociales? ¿Involucran algo más que la expresión de nuestras emociones individuales? Las respuestas metaéticas a estas preguntas se enfocan hacia las cuestiones de las verdades universales, la voluntad divina, el papel de la razón en los juicios éticos y el significado de los términos éticos en sí mismos.

La Ética Normativa toma una tarea más práctica, que es llegar a estándares morales que regulen las conductas correctas o incorrectas. Esto implica los buenos hábitos que deberíamos adquirir, las responsabilidades que deberíamos asumir o las consecuencias hacia terceros de nuestro comportamiento.

Finalmente, la Ética Aplicada examina casos controversiales específicos como el aborto, infanticidio, derechos de los animales, preocupaciones ambientales, homosexualidad, pena capital o guerra nuclear. Utilizando las herramientas conceptuales de la metaética y de la ética normativa, las discusiones de la ética aplicada buscan resolver estos temas controversiales.

Las líneas de distinción entre las tres áreas de la teoría ética son con frecuencia ambiguas, borrosas. Por ejemplo, el tema del aborto es un tópico de la ética aplicada, ya que involucra un tipo específico de comportamiento controversial. Sin embargo, también depende de principios normativos más generales, como el derecho a la autodeterminación y el derecho a la vida, que son pruebas definitivas para determinar la moralidad de ese procedimiento. El tema también descansa en cuestiones metaéticas, como ¿de dónde proceden los derechos? Y ¿qué tipo de seres tienen derechos?

Información del autor:

James Fieser
Email: jfieser@utm.edu
HomePage: http://www.utm.edu/~jfieser/

 

Fieser, James. The Internet Philosophy Enciclopedia [en línea] Disponible en: http://www.iep.utm.edu/e/ethics.htm  Consultado el 23.3.2009